ABUSO SEXUAL INFANTO JUVENIL – OSEAM

ABUSO SEXUAL INFANTO JUVENIL

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ABUSO SEXUAL INFANTO JUVENIL

El abuso sexual infanto juvenil (A.S.I.J.) es una forma del ejercicio abusivo de poder consistente en la utilización de un niño/a o adolescente para satisfacer los deseos sexuales de otra persona que produce connotaciones psicológicas y físicas adversas en el niño/a y/o adolescente que lo padece.

Se define como abuso sexual infantil a “la participación de niños/as -dependientes o de desarrollo inmaduro- y adolescentes en actividades sexuales que no son capaces de comprender ni de prestar consentimiento o que violan los tabúes sociales de los roles familiares”. Para un adecuado abordaje de la temática, es importante distinguir que mientras la “violación” es siempre un “abuso sexual”, un “abuso sexual” no siempre es una “violación”.

 Entre el 50% y el 75% de los casos el abuso sexual no deja signos físicos e incluye a distintos tipos de acercamientos sexuales inadecuados, siendo el manoseo, el exhibicionismo y el sexo bucofaríngeo las formas de abuso más frecuentes. Es un acto de poder sobre otro/a y puede ser llevado a cabo por cualquier persona.

La violación es un evento inesperado, único, violento e impredecible, que se define como el acceso carnal (vaginal, anal o bucofaríngea) por medio de la fuerza o de amenazas sin consentimiento de la otra persona. La violación suele producir lesiones físicas y puede, a veces, poner en peligro la vida del agredido..

Al ser el abuso sexual una situación sumamente compleja donde se conjugan diversos factores bio-psico-sociales y legales es de fundamental importancia que el abordaje sea siempre interdisciplinario.

Indicadores de ASI (Intebi,1998)

Indicadores altamente específicos de ASI

a) Físicos:

Lesiones en las zonas genitales y/o anales;
Sangrado por vagina o el ano
Desgarro cicatrices o ausencia del himen, y demás alteraciones de este
Infección genital no preexistente
Presencia de semen
Embarazo

Cualquiera de los indicadores anteriores, junto con síntomas de maltrato físico (hematomas, escoriaciones, etc.).

b) Psicológicos:

Relato de la víctima: podemos considerar que el relato de abuso por parte de un niño es un alerta roja. Ante dicho relato, nunca hay que desestimarlo

Indicadores inespecíficos de ASI

a) Físicos:


Enfermedades psicosomáticas
Dolores abdominales recurrentes
Obesidad
Anorexia nerviosa o bulimia
Enuresis
Encopresis
Irritación en las tetillas
Dificultades para caminar
Repentina y abrupta caída del cabello

b) Psicológicos:

En niños de 0 a 2 años

Llanto permanente
Miedo repentino frente a personas importantes para el
Agresión o rechazo reiterados para con alguien
Trastornos del sueño
Tristeza, ira, hostilidad
Mirada ausente


En niños de 3 a 5 años


Algunos de los indicadores antes mencionados
Ropa interior roto
Masturbación compulsiva
Introducción de elementos en la vagina o ano
Curiosidad sexual inusual
Lección sexual obsceno
Hiperactividad
Conductas regresivas (comienza nuevamente a chuparse el dedo, a hacer-se pis, o a dibujar como un niño mas pequeño)
Desobediencia permanente
Sumisión llamativa
Aislamiento
Anestesia emocional
Fobia y temores inexplicables
Fallas en la atención
Retraso en el desarrollo intelectual
Cansancio extremo y síntomas de stress
Juegos sexuales inapropiados para su edad
Dibujos de naturaleza sexual

Fenómenos disociativos

En niños de 6 a 12 años

Algunos de los indicadores antes mencionados
Coerción sexual hacia niños mas pequeños
Confusión en cuenta a la identidad y normal sexuales
Conocimiento o comportamiento sexual raro o inusual
Comportamiento seductor manifiesto
Ponerse ropa sobre ropa
Tics nerviosos
Fuga del hogar
Negativa a dejar la escuela y volver a casa
Problemas con las figuras de autoridad
Pseudomadurez o sobreadapatacion
Dificultadores en el control de los impulsos
Baja tolerancia a la frustacion
Robos
Mentiras frecuentes
Hipervigilancia
Vergüenza excesiva
Modificaciones bruscas en el rendimiento escolar,
Sobreadaptación
Distorsión de la imagen corporal y problemas relacionados, como miedo a ducharse tras la gimnasia, miedo a que otros le vean desnudo,
Cambios excesivos de humor. Depresión e ideas o intentos de suicidio.

En adolescentes de 12 a 21 años

Algunos de los síntomas antes mencionados

Conflictos familiares
Mala relación con sus semejantes
Conductas autoagresivas
Conductas delictivas
Excesiva inhibición sexual
Contacto sexuales promiscuos
Prostitución
Intentos de suicidios
Distorsión del esquema corporal
Odio al propio cuerpo
Baja autoestima
Disfunciones sexuales
Alcoholismo
Drogadicción
Alucinaciones visuales, auditivas o táctiles
Trastornos psiquiátricos graves

Es importante recalcar que las manifestaciones descriptas no conforman por sí solas un diagnóstico, sino que sugieren firmes sospechas de abuso sexual. Los indicadores del ASI demarcan una sospecha fundada, lo que, de alguna manera, junto con otros elementos significativos, puede llevar a la validación.

También es importante realizar un análisis de las características psicológicas de las víctimas y los victimarios en este tipo de casos, haciendo hincapié en la dinámica familiar presente.

Según estadísticas de UNICEF, al menos dos millones de niños son abusados sexualmente por año en América latina. Se calcula que una de cuatros mujeres y uno de cada siete varones han sido víctimas de abuso sexual.

Además el 43 % de los menos que han sido víctimas de abuso, sus perpetradores son miembros de la familia.

Un 17 % de las mujeres han tenidos experiencias de incesto antes de los 15 años.

Entre un 75 % y 80 % de los abusos sexuales son cometidos por adultos conocidos por el menor. Se calcula que alrededor de un 75 % de los hombres que maltratan a sus mujeres también abusan de sus hijas.

La cuestión del abuso sexual en el ámbito familiar es hoy objeto de una importante atención en todo el mundo. Este interés se asocia al combate contra la violencia y a la preocupación acerca de niño, la mujer y la familia. Este combate y esta preocupación adquieren en Latinoamérica una significación fundamental, debido a sobre todo a la magnitud de esta problemática, tal como lo demuestran las cifras arriba mencionadas también son de suma importancia diversas cuestiones sociales y políticas que se articulan con este tema.

MARCO LEGAL

El abuso sexual infantil es un delito donde el/la victimario satisface sus impulsos o deseos sexuales con un niño de cualquier sexo, aprovechándose de las debilidades, ignorancia o inexperiencia del menor, mediando engaño, violencia, amenaza, abuso coactivo, intimidatorio o una relación de dependencia, con falta de consentimiento de la víctima por su sola condición de niño, afectándose su reserva y/ integridad sexual, implicando para éste una experiencia traumática en la mayoría de los casos, que puede perjudicar su desarrollo evolutivo normal y, que además, está previsto y reprimido por el Código Penal.

Es necesario considerar que cuando un niño/a o adolescentes es víctima de cualquier delito de abuso sexual, no solo deben resguardase todos los derechos inherentes a cualquier persona, sino además, deberá ponerse en práctica el “plus de derecho”, que contiene principios rectores que deben observarse.

Ellos son:

Interés superior del niño: ésta garantía está vinculada a la máxima satisfacción, integral y simultanea de “todos” y “cada uno” de los derechos reconocidos a niños/as y adolescentes a través del sistema legal vigente, procurando la menor restricción posible de los mismos.

Garantía de prioridad absoluta: esta garantía está relacionada con el derecho de preferencia que posee el niño/a o adolescente en la atención integral proporcionada por los servicios públicos. A su vez, debe garantizarse que la problemática de los niños/as o adolescentes sea considerada en forma prioritaria en la formulación y ejecución de las políticas publicas.

Derecho a opinar y a ser oído: implica no solo la posibilidad de que el niño/a o adolescente opine libremente en todos los asuntos que le conciernen y en aquellos que tiene interés, sino también, que dicha opinión sea debidamente tenida en cuenta, considerando su madurez y desarrollo.

En éste sentido y tratándose de situaciones de ASIJ se destaca que en el Ámbito de Salud de la CABA, el Decreto Reglamentario Nº 2316/GCBA/03 modificatorio del Art. 4 Inc. h) de la Ley Básica de Salud presume, que “…todo/a niño/a o adolescente que requiere atención en un servicio de salud está en condiciones de formarse un juicio propio y tiene suficiente razón y madurez para ello, en especial tratándose del ejercicio de derechos personalísimos…”; Derecho a ser respetado, a la integridad, a la dignidad, a la intimidad y a la privacidad: referido principalmente a la obligación de brindar a niños/as y adolescentes la comprensión necesaria, el protagonismo activo en el goce y ejercicio de sus derechos, el respeto por la autonomía de sus valores, ideas y creencias, su integridad biopsicosocial y a no ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida personal o familiar.

Tomando en consideración estas premisas, los efectores de salud que aborden situaciones de abusos sexuales en población infanto-juvenil deberán considerar que el objetivo primordial es velar por la “Salud Integral del Niño/a o Adolescente” victima de estos delitos. Por tanto, sus acciones deberán estar dirigidas hacia la atención de la salud de éstos promoviendo su recuperación, delegando, en la medida de lo posible, aquellas cuestiones que hacen a la denuncia e investigación de la comisión del delito en el organismo administrativo de protección de derechos local, por tratarse de cuestiones de naturaleza jurisdiccional, que escapan al ámbito de competencia de la política pública en materia de salud.