Hace un año, el 9 de mayo de 2012, fue aprobada la Ley de Identidad de Género en Argentina, un hito en la historia para el reconocimiento de la dignidad y los derechos humanos.

La ley, compuesta de un total de 13 artículos, garantiza a las mujeres y hombres trans el derecho al reconocimiento de su identidad de género; al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género; a ser tratados y tratadas de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificados e identificadas de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad.De esta manera, reconoce el derecho de las personas trans a cambiar su identidad de género de nacimiento por aquella de elección mediante un trámite administrativo. Permite la modificación de la apariencia o función corporal mediante tratamientos médicos o quirúrgicos y ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean prestados por el Estado Nacional.

«Esto ha sido un enorme paso para las personas trans para poder acceder a todos los derechos como cualquier ciudadano y ciudadana en Argentina» ha expresado Marcela Romero, Coordinadora Regional de REDLACTRANS, (Red Latinoamericana y del Caribe de personas trans), y Presidenta de ATTTA, (Asociación de Travestis, Transexuales, Transgéneros de Argentina) (foto).

Desde 2007 las organizaciones de sociedad civil FALGBT y ATTTA habían impulsado propuestas legislativas que garantizaran a las personas trans el derecho a la identidad y el derecho a la atención integral de la salud. Se reconoce que la Resolución de la OEA (Organización de Estados Americanos) sobre orientación sexual e identidad de género fue una influencia significativa para generar un contexto favorable a la aprobación de la ley de identidad de género en Argentina.

Sin embargo, aunque la ley es el primer paso hacia la inclusión social de las personas trans, todavía existen retos para lograr su completa aplicación, informa Romero. «Estamos haciendo incidencia con el gobierno a tres niveles. Antes de todo, abogamos que se nos garantice el acceso a la reasignación de sexo aumentando el número de profesionales especializados en las estructuras públicas de salud. Además, abogamos por el desarrollo e implementación de políticas públicas que garanticen a las personas trans la inclusión laboral y el acceso a viviendas» continua la Presidenta de ATTTA.

«Estamos avanzando, finalmente las personas trans estamos en la agenda política y trabajamos en conjunto con los ministerios y las diferentes organizaciones para mejorar la calidad de vida de la población» reconoce Marcela Romero.

Ahora los esfuerzos de REDLACTRANS están orientados a los demás países de la región donde todavía no ha sido aprobada la ley de identidad de género. «Estamos cerca de lograrla en Bolivia. Sin embargo necesitamos contar con marcos legales que reconozcan nuestros derechos en toda la región. Vamos por más» concluye Romero.

«Sin duda la ley de identidad de género en Argentina ha contribuido a generar un contexto social en la óptica de los derechos humanos que favorece también el acceso a los servicios de salud y los relacionados con el VIH» afirma Alberto Stella, Coordinador de ONUSIDA para Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. «Ahora la asignatura pendiente es continuar a fomentar una cultura de derecho que permita romper con todos los tabúes sociales».