La subsecretaria de Políticas de Diversidad, Alba Rueda, dialogó con AM750 acerca de los trabajos que realiza el Gobierno en torno al colectivo LGBTTIQ+ y cuál es la agenda que todavía falta.

El 9 de mayo de 2012 el Congreso sancionaba la ley de Identidad de Género Nº 26.743, la primera a nivel mundial que no patologiza las identidades trans y permite acceder al cambio registral a través de un simple trámite administrativo, sin necesidad de acreditar pericias médicas, intervenciones quirúrgicas o tratamientos hormonales. Además, reconoce el derecho a la salud integral.

En diálogo con Mediodía750, por AM750, la subsecretaria de Políticas de Diversidad, Alba Rueda, recordó cómo era ser trans antes de la ley y señaló que “los indicadores de vida eran muy bajos”, además de sufrir todo tipo de violencias y discriminación.

“Poder revertir y cambiar esto tenía que ver con que el Estado asuma ahí que había más personas que hombres y mujeres, y que esas personas teníamos derechos”, afirmó la funcionaria.

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“El primer gran paso para toda nuestra comunidad era tener una ley de identidad de género que reconozca la complejidad de lo que estábamos viviendo”, agregó.

Asimismo, indicó que “el segundo paso era obtener el acceso a la salud integral” ya que “moríamos en la puerta de los hospitales”, contó de forma desgarradora.

Además sostuvo que, con dicha ley, “de forma simbólica, la sociedad comenzó a ver que teníamos derechos, ciudadanía”.

En el marco laboral, Rueda dijo que “muchas provincias, a nivel nacional, empezó a cumplirse el cupo laboral trans” además que hay varios territorios que aprobaron sus propias leyes. 

Sin embargo, lamentó que “todavía falta pasar de lo formal a lo ministerial” en el sentido que estas leyes tienen que reglamentarse y cumplirse efectivamente.

Por último, reafirmó que, “a 10 años de la sanción de la ley, la agenda que nos queda por conquistar es que todavía tenemos que seguir hablando de la reparación a la violencia para que compañeras que tienen 50 años no se mueran”.

 Qué establece la Ley de Identidad de Género

• Autoriza que una persona pueda modificar sus datos en el Registro y modificar el nombre, la imagen y el género. El trámite es gratuito.
• Acceder a terapias hormonales e intervenciones quirúrgicas totales o parciales para adecuar su cuerpo a la identidad elegida.
• La ley además aclara que toda persona tiene derecho a educación sin discriminación alguna que se base en su orientación sexual e identidad de género.
• La ley busca romper con el concepto binario de género y sexo.